Los
primeros personajes que abren el evangelio de Lucas son dos pertenecientes a lo
más selecto de las familias sacerdotales de Israel: un sacerdote y su mujer,
también ella de estirpe sacerdotal por ser descendiente de Aarón, hermano de
Moisés y primo del sumo sacerdote de Israel.
Lucas
los presenta de forma solemne: -Hubo en tiempos de Herodes, rey del país judío,
cierto sacerdote de nombre Zacarías, de la sección de Abías; tenía por mujer a
una descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel .. (Lc 1,5).
Los
nombres que el evangelista escoge para sus personajes están cargados de
significado y de historia: Zacarías (del hebreo Zelearyábü) significa -Yaboé
se acuerda», y en la Biblia es nombre de reyes, sacerdotes, profetas y
mártires; mientras que Isabel (del hebreo Elisbába'), «Dios es plenitud"
es el nombre de la única Isabel del Antiguo Testamento, la mujer de Aarón.
Zacarías
es sacerdote. Con una población de cerca de seiscientos mil habitantes, los
sacerdotes en Palestina eran aproximadamente dieciocho mil: un sacerdote por
cada treinta personas.
Este
elevado número se debe al hecho de que no se llegaba a sacerdote por vocación, sino
por nacimiento: el sacerdocio era hereditario y se transmitía de padres a hijos.
La
pertenencia de Zacarías al clero no le daba demasiado quehacer. Como todos los
sacerdotes residía en su aldea, donde desempeñaba un trabajo, ejerciendo en el
templo de Jerusalén dos semanas al año y durante las tres fiestas anuales de
peregrinación (Pascua, Pentecostés y Tabernáculos).
Para
permitir a todos los sacerdotes oficiar en el Santuario, éstos se subdividían
en veinticuatro categorías. Zacarías pertenecía a la comprendida entre las diez
más importantes.
El evangelista subraya el comportamiento religioso de Zacarías e Isabel, cuando dice que -ambos eran justos delante de Dios, pues procedían sin falta según todos los mandamientos y preceptos del Señor .. (Lc 1,6).
Zacarías
e Isabel son modelos de santidad: no sólo pertenecen a la aristocracia sacerdotal,
sino que en la práctica cotidiana de la religión son insuperables, pues no se
limitan a cumplir todo lo que la Ley manda a los hebreos, sino que observan
incluso los seiscientos trece preceptos que los rabinos habían encontrado en la
legislación de Moisés. Por esto se definen como -justos .. , esto es, fieles
a la voluntad de Dios.
Imposible
no admirar a una familia de esta clase, que, sin lugar a dudas, será bendecida
por Dios.
¿Bendecida?
No. Maldita.
Después
de haber presentado lo mejor de la religiosidad judía, mientras el lector comienza
a admirar a esta pareja, Lucas afirma que no sólo no es bendecida, sino que,
según la mentalidad de la época, es castigada: de hecho -No tenían hijos, porque
Isabel era estéril, y eran ya los dos de edad avanzada .. (Lc 1,7).
La religión
enseñaba que Dios premiaba a los justos, concediéndoles una larga vida, mujer
fértil y abundancia de hijos. Al contrario, los malvados eran castigados con
una vida breve, miseria y mujer estéril.
La
esterilidad no era considerada, por cierto, un hecho fisiológico, sino
religioso que caía de lleno entre las maldiciones de Dios: -La estirpe de los
impíos es estéril. (Job 15,34).
El
evangelista denuncia que Isabel y Zacarías, no obstante su fidelidad a las
prescripciones más pequeñas, son incapaces de practicar el primer gran mandato
que Dios había dado a los hombres: « Creced y multiplicaos» (Gn 2,28).
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